El acoso judicial de Tigo contra usuarios insatisfechos

Declarar la intención de terminar un contrato o cancelar los servicios de la empresa Tigo es firmar la condena para un agotador y engorroso trámite. El cliente que se atreva a tomar esa decisión queda expuesto a que esa compañía le manche su buen nombre en las centrales de riesgo y lo acorrale contra tribunales judiciales.