La vida de los otros, el poder del arte para cambiar conciencias

La policía secreta sabe cómo ponerles freno a los intelectuales que cuestionan al régimen. El castigo efectivo es el encierro total, sin contacto con otras personas. No son necesarios los malos tratos, ni nada que les dé motivos para escribir después. A los diez meses los dejan libres y, de repente, ya no vuelven a decir nada que moleste al gobierno.