El control de natalidad, un juego de números y de poder

El control de natalidad, un juego de números y de poder

Los nacimientos de seres humanos están disminuyendo en todo el planeta. Este es un tema frecuente en informes de organismos como el Fondo Monetario Internacional, Naciones Unidas o el Banco Mundial, que cuentan los cuerpos como indicadores que sacudirán a todas las sociedades. Los pronósticos hablan de poblaciones envejecidas con menor capacidad de producción. Sostener a los ancianos del futuro tendrá un alto costo económico. 

En el siglo XVIII, el poder político empezó a preocuparse por la reproducción de los seres humanos. Apareció el concepto de biopoder para referirse a la administración de las personas según su función en el mercado. El incremento demográfico y de la expectativa de vida se convirtió en una necesidad para la industria y el consumo. La economía requería cada vez más gente y por eso la religión, las instituciones educativas y los gobiernos defendieron una visión del mundo que favorecía el aumento de la población (Foucault, 2007). 

En la primera mitad del siglo XIX, la mayoría de los Estados occidentales se había separado de la Iglesia. Las ciencias empezaron a llenar los vacíos de conocimiento que dejaba la religión y cada vez más personas se interesaban por recibir formación profesional (Escobar, 2014). 

Esto exigía conocimientos nuevos y fortalecer el diseño y la administración de las sociedades. Los oficios tradicionales perdieron interés y los sistemas educativos se enfocaron sobre todo en la sociología y la economía. Estas profesiones permitían analizar los cambios de las naciones a partir de esquemas basados en el método científico. Desde Estados Unidos impusieron un nuevo sistema transnacional que implementó nuevas habilidades. Ese modelo educativo acabó con la autonomía de las comunidades y con las formas tradicionales de acceder al saber por medio de la experiencia y la costumbre (Monteagudo, 1999). 

La academia y los organismos internacionales analizaron la relación entre diferentes factores como natalidad, crecimiento económico, recursos, capacidad de producción y tradiciones. Los análisis daban cuenta de que la población aumentaba en los países pobres y disminuía en los ricos. Aparecieron dos conceptos de personas. Unas costosas, que habitan territorios donde abunda la comida, tienen acceso a educación y fueron criadas con hábitos caros. Otras baratas, que viven en lugares con alimentos escasos, se conforman con poco y son fáciles de seducir por el comunismo porque son débiles e incapaces de participar en las lógicas del libre mercado. Por eso, desde el mundo occidental se volvió urgente reducir la reproducción de los humanos (Escobar, 2014). 

Para comienzos de la década de 1940 surgieron las bases del desarrollo. Esta nueva doctrina establecía que en apenas 20 años, el liberalismo económico y el incremento de la producción serían la fórmula para extender riqueza y bienestar por todo el planeta. El control de natalidad hacía parte de la estrategia y era necesario para llevar progreso y seguridad a cada rincón del planeta. La ciencia y la tecnología harían que los países menos desarrollados terminaran pareciéndose a los más ricos en sus condiciones educativas, agrícolas, industriales, urbanas y de infraestructura, pero terminaron convirtiéndose en un mecanismo de control (Escobar, 2014). 

Los resultados de aquel plan no fueron tan inmediatos, pero hoy es visible que cada vez nace menos gente en el mundo. El catastrófico presagio de sobrecostos y longevidad puede resultar más llevadero para los ideólogos del desarrollo que la expansión comunista en las naciones pobres. 

Referencias

Banco Mundial. (2022). Tasa de natalidad, bruta (por cada 1.000 personas). https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.DYN.CBRT.IN 

Breve y Claro. (2021, enero 28). El entorno social, precedente de la ciencia y la opinión. https://www.breveyclaro.com/2021/01/el-entorno-social-precedente-de-la.html 

Breve y Claro. (2023, diciembre 3). El discurso religioso acerca de la sexualidad y su función en la economía. https://www.breveyclaro.com/2023/10/el-discurso-religioso-sobre-la.html 

Escobar, Arturo. (2014). La invención del desarrollo. Editorial Universidad del Cauca. 

Foucault, Michel. Historia de la sexualidad. 1. La voluntad de saber. Madrid: Siglo Veintiuno Editores, 2007. 

Monteagudo, Cecilia. (1999). Apuntes sobre ‘lo pre-reflexivo’ y la distinción entre opinión (doxa) y ciencia (episteme). BIRA 16, pp. 245-252. 

Naciones Unidas. (2024, julio 11). La población mundial llegará a un máximo de 10.300 millones en este siglo. https://news.un.org/es/story/2024/07/1531126 

Stanley, Andrew. (2024, septiembre). Declive demográfico. International Monetary Fund. https://www.imf.org/es/Publications/fandd/issues/2024/09/picture-this-demographic-decline-andrew-stanley

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