Un fracaso urbanístico llamado 'Pruitt-Igoe'
La arquitectura no es la fórmula mágica que resuelve problemas sociales. Si bien el acondicionamiento de espacios en las ciudades puede aportar soluciones, el cemento y los ladrillos son insuficientes para calmar el hambre y superar la falta de educación, empleo y seguridad. Estos asuntos no se arreglan con un mero chasquido de los dedos y cualquier ligereza puede causar conflictos en la convivencia.